¿Cuáles
son los efectos psicológicos de abusar del celular?
La respuesta aquí es
individual. Podemos estar desatendiendo a nuestra pareja, a nuestros hijos,
nuestro trabajo, o bien utilizándolo como una forma de distanciarnos de
problemas y preocupaciones actuales. Del mismo modo, podemos estar atendiendo
(o sobre atendiendo según sea el caso) un sinnúmero de cosas distintas. Sin
embargo, hay algo común. Estas interacciones, al ser constantes a lo largo del
tiempo, potencian y desarrollan distintas habilidades comunicacionales en
nosotros, lo que va modificando nuestra forma de relacionarnos más allá de los
aparatos tecnológicos: influyen en nuestra psique y en nuestro entorno.
Es así como nos encontramos
frente a una revolución en la forma que teníamos de comunicarnos, y como tal,
debemos aprender a reconocer y manejar estas nuevas características de modo de
sacarles el mejor provecho posible.
1.
Autonomía / Encierro: un primer efecto práctico
dice relación con la sensación de mayor autonomía. Puedes comunicarte con
alguien desde cualquier lugar y en cualquier momento, lo que da la impresión de
poder moverse con mayor libertad. Esto se acentúa en quienes poseen sistema de
localización satelital. Su contraparte es el estar también, siempre disponible
y ubicable por otros, lo que puede generar cierta sensación de ahogo o
dependencia en algunos usuarios.
2.
Seguridad / Inseguridad: al estar siempre
conectados los usuarios consideran que tienen mayores posibilidades de
solicitar ayuda en caso de necesitarlo, lo que da la sensación subjetiva de
estar más acompañados, y por ende, seguros. Por el contrario, puede aumentar la
sensación de inseguridad al usar en la vía pública un teléfono de por si caro,
por temor al robo; o también sentirse muy expuestos por los contenidos que
están disponibles en la red.
3.
Sociable / Excluido: surge también la necesidad
de formar parte de distintas instancias que agrupan y definen las preferencias
de este tipo de usuarios. Nacen aquí las membrecías a redes sociales móviles y
la necesidad de estar así continuamente actualizando esta información para
mantenerse en contacto con las redes. También la socialización en red puede
alejarlos de las conversaciones cara a cara, o el contacto humano. En caso de
no poder acceder a ciertos grupos
sociales, algunos, especialmente los más jóvenes, pueden sentirse excluidos del
grupo de pares.
4.
Colaboración / Apatía: la pertenencia activa en
distintas redes sociales impulsa también la participación y colaboración
constante hacia el resto de los usuarios, ya sea con datos prácticos,
información o ayuda ante un requerimiento. Esto se contrapone con ciertos
grupos más bien apáticos u hostiles amparados en la distancia o el anonimato.
5.
Privado / Público: se genera una nueva noción
acerca de qué es privado y qué es público, compartiendo, por ejemplo, la
ubicación exacta en que se encuentra en determinado momento, pero teniendo la
opción de delimitar a quienes pueden ver esta información, trazando así un
nuevo límite personal en esta línea.
6.
Curiosidad / Indiferencia: se propicia la
búsqueda de información en el momento en que se requiere (Google por ejemplo),
lo que potencia el interés y la curiosidad por aprender de manera fácil y
didáctica. Por otro lado, al tener la información tan cerca, se puede ir
perdiendo el interés por pensar las cosas por sí mismo, y ante la menor
dificultad se optase por buscarlo en la web versus el pensar una respuesta.
7.
Compañía / Soledad: además de la sensación de
ser parte de un grupo, está la de sentirse acompañado por éste. Se crea así
también la necesidad de estar continuamente conectados con el resto del mundo.
En caso de no poder hacerlo, ya sea extravío del teléfono, batería agotada o
olvido en casa, surge una sensación de soledad que incomoda profundamente,
mostrando la carencia de la capacidad de acompañarse a sí mismo.
8.
Estas son sólo algunas de las características
que se están desarrollando en las nuevas generaciones que atienden
constantemente sus teléfonos móviles. Ya sea el polo positivo o negativo de
éste, la tecnología está influyendo en quiénes somos socialmente. El desafío,
ahora, es aprovechar estas características para que efectivamente, la
comunicación sea mejor.
El
uso excesivo del celular podría cambiar su cerebro
El celular se ha convertido en
un elemento tan cotidiano como la ropa que vestimos. Sin embargo, con su uso
generalizado vienen dudas sobre el impacto que esta tecnología puede tener en
la salud humana.
Hay estudios que sugieren que
el uso excesivo del celular puede llegar a modificar el cerebro humano y, en
algunos casos, llegar a dañarlo con un efecto similar al de algunas drogas. Aun
más, los dispositivos móviles –incluidas las tabletas– pueden generar
padecimientos físicos entre los que se encuentran el síndrome del túnel
carpiano y el ojo seco, así como trastornos psicológicos como el cibermareo, el
síndrome de la vibración fantasma, fobias y adicciones.
Un estudio de la Universidad
de McMaster en Hamilton (Canadá) concluyó que, en casos extremos, la pérdida
del celular puede ocasionar una fuerte sensación de angustia, miedo y estrés
relacionado, principalmente, con no poder acceder a los datos personales en el
aparato.
Al respecto, la psicóloga Ana
María Cardona Jaramillo, directora de programas de la especialización en
Psicología Educativa de la Universidad de la Sabana, dijo: “Claramente existe
la posibilidad de generar una adicción al uso de esta tecnología, especialmente
frente al hecho de estar siempre conectados”.
Uno de los efectos
psicológicos más comunes es el trastorno de adicción a internet, más conocido
como IAD. Este genera anormalidades en la integridad de la materia blanca en
las regiones cerebrales que involucran la creatividad y el procesamiento de
emociones, atención, toma de decisiones y control cognitivo. En función de
constatar los efectos del trastorno de adicción a internet, un informe de la
operadora británica Sky Broadband reveló que un 51 por ciento de 2.000 usuarios
encuestados afirmó sufrir ansiedad, enfado y/o tristeza al no poder revisar sus
correos o entrar a sus redes sociales debido a problemas técnicos.
Según el mismo estudio, la
mayoría de las personas se conecta más de 6 horas al día. El 32 por ciento de
los encuestados siente la necesidad de comprobar sus correos más de 6 veces al
día (sin contar las horas de trabajo), un 5 por ciento lo hacía unas 20 veces y
más del 14 por ciento de los encuestados declaró la necesidad de acceder y
consultar las novedades de los diferentes servicios sociales por lo menos 6
veces al día. Quitarles el acceso al móvil, la tableta o a internet produjo
síntomas psicológicos negativos en tan solo 24 horas. Entre ellos, dice el
estudio, se cuentan “la sensación de adicción, depresión y ansiedad, sensación
de que han perdido una parte importante de sí mismos, sentimientos de soledad,
angustia y aislamiento y, por último, imposibilidad de encontrar recursos
alternativos para pasar el tiempo y entretenerse”.
Los jóvenes son los más
expuestos a estos posibles efectos adversos. Como su cerebro puede adaptarse al
cambio constante, expuestos como están desde temprana edad a la tecnología
moderna, no logran discernir las consecuencias de sus actividades diarias y
permanentes con el terminal.
Según Cardona, entre las
soluciones prácticas a este problema, sobre todo cuando se trata de niños y
adolescentes, se encuentra declarar como ‘libres de celulares’ momentos y
espacios definidos. “Hay que establecer límites claros, como que en espacios de
familia –como cenas o similares– no se usa el celular. Especialmente de noche
es importante restringir el uso de estos aparatos, pues pueden interrumpir el
sueño”.
Lesiones/trastornos
causadas por el uso de celulares
Un dolor persistente en la
nuca, en la espalda o en el dedo pulgar puede tener una causa mucho más simple
de lo que la persona cree: es posible que pase demasiadas horas escribiendo
mensajes en su celular o pendiente de la pantalla del “famoso” Blackberry.
En Estados Unidos los médicos
han alertado que las lesiones causadas por el uso de celulares y otros aparatos
electrónicos están aumentando con rapidez, principalmente porque los sostenemos
durante un tiempo prolongado y los utilizamos de una manera incorrecta.
Estas alteraciones suelen
estar condicionadas por las posturas de la persona y la adopción de posiciones
para adecuarse a los equipos, los movimientos repetitivos de algunas
estructuras y la sobrecarga que se genera en alguno o algunos de los segmentos
corporales. Entre las más frecuentes están los siguientes:
Trastornos visuales y
auditivos:
Ø Tensión
ocular: Mirar fijamente una pantalla, ya sea de un celular o un monitor, causa
tensión ocular y resequedad en los ojos; de prolongarse estas condiciones,
pueden generarse, también, daños permanentes.
Ø Mal
del iPod (sordera): No es causado por el iPod exclusivamente, sino por el
excesivo volumen al que son utilizados los reproductores MP3 que poseen los
celulares. Siempre que se usen auriculares de botón debe moderarse el volumen
(la idea es que permita oír también los ruidos de la calle)
Ø Postura
cifótica al escribir un mensaje de texto y mala postura corporal al hablar por
teléfono: El uso excesivo del aparato combinado con una mala posición al
sentarse, puede causar desbalances y/o retracciones musculares, con
alteraciones articulares. Al comienzo se manifiestan con dolor, que luego puede
acompañarse de alteraciones en la columna vertebral y otras estructuras.
Síndrome del túnel carpiano: Las actividades manuales fijas y repetidas durante
largos períodos predisponen a las personas a padecerlo. El túnel del carpo es
un espacio tan reducido, que cuando algunos de los tejidos de esta zona se
inflaman o los tendones se engrosan a causa de irritaciones, aumenta la presión
interna. El resultado: el nervio mediano queda atrapado contra la pared del
túnel. Es muy doloroso.
Ø Vibración
fantasma: Propio de personas que mantienen su celular en el modo vibrar para
evitar el molesto timbre. Aquellos que perciben dicha sensación, sin que esta
se produzca en realidad, están afectadas por este síndrome. Esto ocurre por
alteraciones de la sensibilidad.
Ø Síndrome
de Dequervain: La repetición del movimiento del pulgar puede provocar dolores
por la inflamación de los tendones musculares en la parte distal de antebrazo.
Ø Insomnio
adolescente: Muchos jóvenes duermen con los celulares bajo de la almohada y
contestan llamadas y mensajes a la hora que sea. Esto provoca interrupciones
del sueño, que les impiden tener un descanso adecuado.
Ø 'CrackBerry':
El término se usa para describir la adicción al BlackBerry e incluso a
dispositivos similares. Los afectados no pueden evitar revisar constantemente
la cuenta de correo.
Ø Dependencia
exclusiva: Una sensación común de los usuarios de la telefonía móvil, es que
cuando olvidan el celular, o por cualquier otra circunstancia no lo llevan
consigo, se sienten incomunicados, e inclusive "desnudos", causando
gran expectativa y ansiedad, y hasta conflictos emocionales por no saber quién
los llama o envía mensajes.
¿Rizartrosis del pulgar en el
futuro? Los expertos creen que las lesiones en general, podrían ser aun más
frecuentes en el futuro, cuando una nueva generación de adictos al celular y a
otros aparatos electrónicos alcance la edad adulta. Creemos nosotros, desde
este blog, que una de esas lesiones, será la rizartrosis del pulgar, que
seguramente aportará mucho trabajo al ámbito kinésico debido a que por estos
tiempos muchos adolescentes y adultos jóvenes pasan varias horas al día
tecleando mensajes en sus celulares.
Cáncer y radiofrecuencia: La
radiación de frecuencias bajas se consideraba inofensiva, sin embargo, cada vez
más estudios científicos demuestran que puede producir cambios eléctricos en la
membrana de todas las células del cuerpo, alterando los flujos celulares de
algunos iones, sobre todo el calcio, lo que podría tener efectos biológicos
importantes y originar disfunciones como: insomnio, trastornos de atención y
memoria, hipertensión, variaciones en ritmo cardiaco y aparatos que lo regulan
(marcapasos), ojo seco y visión borrosa, alteraciones neurológicas y del aparato
reproductor, entre otras.
La Organización Mundial de la
Salud (OMS) insistió en que no existe la suficiente información para determinar
que los teléfonos móviles o las antenas de telefonía móvil tengan consecuencias
adversas para la salud. "Ninguna investigación reciente ha demostrado que
la exposición a los campos de radiofrecuencia de los teléfonos móviles o a sus
estaciones base, cause algún efecto adverso a la salud", señala un
comunicado de la OMS que pretende desmentir algunas informaciones aparecidas en
los medios de comunicación en los últimos tiempos.